La destitución simultánea de los jefes del Ministerio de Defensa y del Ministerio de Relaciones Exteriores de China tras menos de un año en el cargo es uno de los acontecimientos políticos más importantes del país esta semana.
El ministro de Defensa, Wei Fenghe, y el ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, ambos cercanos al círculo del presidente Xi Jinping, han sido sustituidos sin que se conozcan los motivos oficiales.
Sin embargo, se cree que esta decisión está relacionada con la lucha contra la corrupción en el Ejército nacional que ha estado liderando la Administración de Xi en los últimos años. Además, se baraja la posibilidad de que esta destitución esté relacionada con el fracaso en la gestión de la crisis sanitaria del COVID-19 en China.
Por otra parte, se espera que los cambios en el gabinete chino vayan más allá de estos dos altos cargos y se produzcan otros cambios significativos en las próximas semanas. Esta situación ilustra las tensiones políticas internas en el país asiático y la importancia de la lucha contra la corrupción en el Ejército como una prioridad para el gobierno chino.