En el año 1974, el talentoso cantautor Joan Manuel Serrat lanzó al mundo una de sus canciones más emblemáticas: «Disculpe el señor».
Esta canción, escrita por el propio Serrat, se convirtió en un himno de protesta y crítica social en una época de dictaduras y represión en España, pero si la trasladamos a la época actual bien podríamos decir que: “Cualquier Parecido Con La Realidad No Es Pura Coincidencia”
Con su característico estilo poético y su voz inconfundible, Serrat nos cuenta la historia de un hombre que se disculpa por no poder dar una respuesta clara y directa a las injusticias y desigualdades que ve a su alrededor.
A través de metáforas y versos cargados de significado, el cantautor catalán nos invita a reflexionar sobre la responsabilidad de cada individuo en la lucha por un mundo más justo y equitativo:
Disculpe el señor
Si le interrumpo, pero en el recibidor
Hay un par de pobres que
Preguntan insistentemente por usted
No piden limosna, no
Ni venden alfombras de lana
Tampoco elefantes de ébano
Son pobres que no tienen nada de nada
No entendí muy bien
Sin nada que vender o nada que perder
Pero por lo que parece
Tiene usted alguna cosa que les pertenece
¿quiere que les diga que el señor salió?
¿que vuelvan mañana, en horas de visita?
¿o mejor les digo como el señor dice
«santa rita, rita, rita
Lo que se da, no se quita»?
Disculpe el señor
Se nos llenó de pobres el recibidor
Y no paran de llegar
Desde la retaguardia, por tierra y por mar
Y como el señor dice que salió
Y tratándose de una urgencia
Me han pedido que les indique yo
Por dónde se va a la despensa
Y que dios, se lo pagará
¿me da las llaves o los echo? usted verá
Que mientras estamos hablando
Llegan más y más pobres y siguen llegando
¿quiere usted que llame a un guardia y que revise
Si tienen en regla sus papeles de pobre?
¿o mejor les digo como el señor dice
«bien me quieres, bien te quiero
No me toques el dinero»?
Disculpe el señor
Pero este asunto va de mal en peor
Vienen a millones y
Curiosamente, vienen todos hacia aquí
Traté de contenerles pero ya ve
Han dado con su paradero
Estos son los pobres de los que le hablé
Le dejo con los caballeros
Y entiéndase usted
Si no manda otra cosa, me retiraré
Y si me necesita, llame
Que dios le inspire o que dios le ampare
Que esos no se han enterado
Que carlos marx está muerto y enterrado
«Disculpe el señor» es una canción que sigue vigente hoy en día, más de cuarenta años después de su lanzamiento. Su mensaje de resistencia y su llamado a la acción continúan resonando en los corazones de quienes la escuchan. Es un recordatorio de que todos tenemos la capacidad y la responsabilidad de alzar la voz y luchar por aquello en lo que creemos.
